Demandamos un calendario negociador a Sareb y sacar fuera a las intermediarias

Para que se pueda avanzar en la firma de alquileres sociales las empresas mediadoras deben quedar fuera del proceso negociador

La letra pequeña de los contratos tiene que pactarse en una mesa a dos, Sareb y nuestras negociadoras, para que los contratos que se firmen sean realmente sociales y no un negocio a repartirse entre chiringuitos del tercer sector

Más de dos años después del inicio de nuestra campaña, Plan Sareb, y del establecimiento de conversaciones directas con Sareb nos encontramos ante una situación que está creando un caos y una incertidumbre inasumibles para las inquilinas.

Es el motivo por el que hemos hecho entrega a Sareb de un dossier de 300 casos de inquilinas de sus viviendas y hacemos públicas nuestras demandas.

Denunciamos que la aparición de empresas mediadoras en la gestión de los alquileres sociales con Sareb no hace sino dificultar y poner palos en las ruedas a la negociación colectiva.

Las prácticas de estas empresas mediadoras se traducen en visitas a las casas sin aviso previo, como si fueran comercializadoras de la luz a la caza de un nuevo cliente, llamándonos en fines de semana y a cualquier hora pidiendo papeles que en muchos casos se han enviado ya varias veces sin que finalmente se formalicen los contratos.

Son empresas incapaces de resolver problemas y anomalías contractuales, teniendo que recurrir a Sareb directamente ante la mínima duda.

Compiten entre ellas: GIC, GESOCIN, SOGEMEDI, INFORSA, IMEI, EMAIS, TECNOTRAMIT… para amarrar contratos y después desentenderse de su seguimiento. Acosan a las inquilinas que ya firmaron y tienen que renovar diciéndoles “que se vayan, que estas casas las van a vender y las van a echar”.

Intentan colarnos apresuradamente novaciones de contratos en los que aparecen deudas inventadas, que no son reales, pues tenemos todo al corriente de pago.

Nos pasan recibos desorbitados, sin venir a cuento, que nos vemos obligadas a devolver y que nos empujan a posiciones deudoras y de máxima precariedad, teniendo que estar durante meses detrás de que nos den un número de cuenta en el que depositar la cantidad primera que pagábamos. Tenemos unos cuantos casos ya de subidas de dos, tres y hasta siete veces el precio inicial del alquiler.

Hay importantes diferencias entre las ofertas de contratación que nos hacen unas y otras, dándose situaciones de desventaja que la actual Ley de Vivienda recoge como prácticas discriminatorias.

Los contratos que finalmente firmamos están repletos de claúsulas abusivas y de dudosa legalidad, que no garantizan la permanencia en las viviendas, dificultando así el ejercicio del derecho al uso y disfrute de una vivienda digna y adecuada e imposibilitando, en la práctica, el desarrollo de cualquier proyecto vital en el medio y largo plazo en un entorno seguro y estable.

Además, la concesión de los alquileres está sujeta a criterios estigmatizadores y de un control invasivo del inquilinato, criterios que ni los mismos Planes Estatales de Vivienda manejan, ya que cuando se desarrollan los programas de los PEAVs se hace referencia todo el tiempo a alquileres sociales cuya firma se condiciona a criterios exclusivamente de renta, equis veces IPREM, y a porcentajes sujetos a estos criterios.

Las mediadoras están, de hecho, duplicando el trabajo que los mismos servicios sociales ya vienen realizando y que a inquilinas de bloques de promotoras quebradas, por ejemplo, que llevan años pagando alquileres a precio de mercado, las sitúa entre la espada y la pared ya que se trata de personas que no tienen un perfil de usuaria de los servicios sociales.

Por todo lo anterior, se hace más necesario que nunca que nuestra demanda de negociación colectiva pueda aterrizarse en una mesa de trabajo conjunta, entre representación de Sareb y negociadoras de Plan Sareb, de modo que se avance en la resolución de todos los casos que forman parte de la campaña.

Somos su negocio, y somos rentables, tal y como explicitan en la Memoria Anual de 2022 recientemente publicada, pero a pesar de ser parte interesada y central en lo que toca a la gestión de la bolsa de los 14.000 alquileres sociales, no hemos sido invitadas a pactar las condiciones de su puesta en marcha.

Stop mediadoras basura. Mesa de negociación ¡ya!


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